Leonardo Torres Quevedo, heredero universal de las hermanas Barrenechea, recibió cuantiosos bienes y propiedades, incluyendo varias dehesas en Constantina (Sevilla), y una serie de casas y pisos en Bilbao. En enero de 1868, cuando fallece Pilar Barrenechea a los 83 años de edad, Leonardo acaba de cumplir 15 años. En su testamento de 1864, donde le nombra "único y universal heredero", declara que Leonardo "vive en mi compañía"

La valoración de los inmuebles en Bilbao, efectuada en 1869, ascendía a 65.603,295 escudos. Los gravámenes en su contra eran de 16.963,267 escudos. El saldo neto era de 48.640,028 escudos, de los que 2/3 correspondían a Leonardo Torres Quevedo. Estas eran las propiedades:

• Casa nº 2 de la calle Barrencalle: tienda, tercera habitación, y cámara. Valorada en 4.587,115 escudos. Gravamen de 1.536,667 escudos.
• Casa nº 13 de la calle Belosticalle. Valorada en 16.837,33 escudos. Gravamen de 3.226,6 escudos.
• Casa nº 3 de la calle Correo. Valorada en 38.086,35 escudos. Gravamen de 10.000 escudos.
• Casa nº 21 de la calle Barrencalle. Valorada en 6.092,5 escudos. Gravamen de 2.200 escudos.

Finalmente Leonardo se quedó con la propiedad de la casa nº 3 de la calle Correo, y la tienda, tercera habitación, y cámara de la casa nº 2 de la calle Barrencalle.